La musculatura de la faja abdominal y del suelo pélvico envuelve y ejerce de sostén de los órganos situados en las cavidades torácica, abdominal y pélvica.
Debido a la presión que se produce al toser, gritar, reír, cantar, cargar pesos, mantener relaciones sexuales, practicar deporte, etc. y otros factores como la inactividad, embarazos o menopausia, la faja abdominal y la musculatura perineal pueden verse afectadas y dejar de realizar correctamente sus funciones de sujeción.
La gimnasia abdominal consiste en movimientos y posturas combinadas con diversas técnicas hipopresivas que puede permitir una “reprogramación” de la respuesta muscular ante las situaciones de aumentos de presión del día a día.
Podemos conseguir los siguientes beneficios:
> Reducir el perímetro abdominal (mejoras estéticas, posturales y funcionales).
> Prevenir el debilitamiento del suelo pélvico posparto.
> Regular parámetros respiratorios.
> Prevenir hernias (inguinales, abdominales, crurales y vaginales).
> Prevenir la incontinencia urinaria.
> Aumentar y regular los factores vascularizantes (prevención y solución de edemas y pesadez de piernas).
> Prevenir lesiones articulares y musculares.
> Proporcionar una eficaz protección lumbopélvica (tonificación de la faja abdominal).
> Mejorar la función sexual…
En el ámbito terapéutico, la gimnasia abdominal está destinada al tratamiento y prevención de patologías funcionales (digestivas, ginecológicas, urinarias, obstétricas o posturales).
En el ámbito deportivo, se orienta a mejorar la condición física y la postura, previniendo lesiones, aumentando el rendimiento deportivo, reduciendo el perímetro de cintura, etc.
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